Imaginen si aquí, en vez de escuchar o leer a Mariano Grondona, los fachos siguieran a un niñito de 11 años!!!
Fue publicada en la revista Veintitrés y en Cuadernos para el Diálogo, de España,
y colaboró con traducciones mi querido David Epstein (capo!!).
DERECHITOS
Admiran
a Reagan, apoyan fervorosamente la invasión a Irak, pelean contra el casamiento
gay y creen que Hollywood promueve los ideales de la izquierda. Sus lectores
los consideran expertos en temas de estado.
Excepto,
porque los protagonistas son mocosos de entre 10 y 18 años.
Young
Conservatives, o la delgada línea entre el acné juvenil y la doctrina del
patriot act.
A
los 15 años, Kyle Williams es toda una celebridad de la derecha americana: su
libro de reflexiones políticas “Seen & Heard” (Visto y oído) fue publicado
hace 2 años atrás, vendió más de 20.000 copias, y se convirtió en el autor de
non-fiction más joven de América.
Pero
no es la primera vez que su nombre aparece en los medios, ni es un debutante en
el deporte de opinar sobre todos los temas que conciernen a la vida pública y
privada de los americanos; a los 12 , ya era columnista estrella de
WorldNetDaily.com, un conocido portal conservador que -según
su editor, Joseph Farah- recibe 6 millones de visitas por mes.
“Cuando Kyle me envió sus columnas -dice Farah- no podía creer que fuera tan joven. Lo llamé, luego hable con sus padres, comprobé su identidad, y comencé a publicar regularmente sus artículos. Sin duda, es un niño prodigio”.
El chico Williams, entre otras cosas, está convencido de que el demonio tiene residencia fija en Hollywood y que las películas que de allí salen atacan los tradicionales valores americanos; “nos hacen creer que la familia es una institución pasada de moda, incluso, un entorno peligroso”, advierte desde las páginas que llevan su firma.
“Cuando Kyle me envió sus columnas -dice Farah- no podía creer que fuera tan joven. Lo llamé, luego hable con sus padres, comprobé su identidad, y comencé a publicar regularmente sus artículos. Sin duda, es un niño prodigio”.
El chico Williams, entre otras cosas, está convencido de que el demonio tiene residencia fija en Hollywood y que las películas que de allí salen atacan los tradicionales valores americanos; “nos hacen creer que la familia es una institución pasada de moda, incluso, un entorno peligroso”, advierte desde las páginas que llevan su firma.
Pero
la criaturita no está sola.
Después
del 9/11, una singular explosión de niños y adolescentes se lanzó a la cruzada
de la difusión de ideas conservadoras, encarnando una militancia activa contra
un engendro que han bautizado como “la agenda de la izquierda”.
El
campo de batalla es, principalmente, el espacio en los medios; algunos pundit (gurú, experto, como les
gusta auto-titularse), han creado publicaciones electrónicas en las que escriben
afiebradas columnas; otros optaron por convertirse en perseverantes
colaboradores de las “Op-Ed” (opposite the editorial page), un espacio similar a la
clásica carta de lectores, idea que popularizó 30 años atrás el New York Times;
la condición para que una columna entre en la sección de Op-Ed, es que exprese una
opinión contraria a una posición editorial del medio, y son una férrea
tradición en los periódicos americanos, ya sean regionales o nacionales.
Inimputables
Ryan Thompson a los 16 años ya era editor de corresponsales
de Young Conservatives, un portal de opinión del cual ahora, dos años más
tarde, es el jefe de redacción. “Comencé a publicar en YC cuando rechazaban mis
notas en la revista de la escuela, por ser demasiado conservadoras”.
“¿Por qué será que la gente
que recibe cobertura social por desempleo luce joyas vistosas y compra autos
último modelo? Gastan mi dinero en drogas y cigarrillos porque no quieren
trabajar”, afirma Corey Friedman (18) desde el mismo portal, y expone su
curiosa teoría: “La tv está plagada de contenidos de izquierda que promueven el
sexo. Así es que las adolescentes se acuestan con cualquiera, luego tienen
bebés, a los que debemos mantener”, afirma en una de sus columnas.
Otro asiduo colaborador de este portal es Brian P. Yates de 19 años, a
quien le gusta ser presentado con su frase célebre: “Ronald Reagan post-Alzheimer
era mejor que el 90 por ciento de los políticos actuales”.
Pero quizás una de las banderas más llamativas de la
purretada conservadora, es que les produce irritación todo discurso
“anti-consumo”. Por ejemplo, Scott Gray
quien desde sus dulces 16, sueña con ser presidente, y en su columna desde
Alabama afirma a quien quiera enterarse que “Jesús no estaba contra el consumo
(…) y nos habló de un plan en el que el éxito social y las oportunidades
estuvieran garantizadas. Y sólo el capitalismo puede ofrecernos esto…”.
La edad del pavo
Brian Wallen, flamante incorporación de
YoungConservatives.com, se ocupa de los inmigrantes ilegales desde sus espacio,
en vez de jugar con sus muñequitos de Star Wars, como lo harían otros chicos de
su edad. No sabemos si la fuerza lo acompaña, pero a los 10 años ya sabe bien cómo
arrancar una nota de opinión: “Nos invaden con noticias ‘importantes’ como el
calentamiento global o la extinción de especies animales, es decir, la típica
agenda de la izquierda (…)”.
Brian, al igual que la mayoría de sus camaradas, es un
“home-schooled”; vale decir que forma parte de los dos millones de niños
americanos que no asisten a la escuela, y en cambio reciben educación dentro de
sus casas, impartida por sus propios padres, en el mejor de los casos, por un
mini ejército de profesores particulares.
Especialmente defendida por los sectores más religiosos, el
homeschooling es una tendencia creciente, y una bandera de hierro de los
jóvenes conservadores.
Rudy Tacala –crédito juvenil de The Rant, una publicación
cuyo staff es sub-22- nos dice que comenzó a sentir pasión por la política a
los 11 años, cuando George W. peleaba su primera presidencia. Pero recién fue a
los 14 que comenzó a escribir columnas de opinión, y ahora, que tiene 16,
colabora regularmente para 18 portales conservadores.
El teenager, que le hace frente a los más diversos temas
candentes, confiesa su obsesión: “Estoy escribiendo un libro sobre la educación
pública”. Al igual que sus correligionarios, Rudy cree que todos los colegios públicos deben privatizarse, ya que
son centros de difusión de los valores de la izquierda atea y
anti-norteamericana. Incluso, avanza con una teoría propia al respecto: “Todos
los profesores que trabajan en el ámbito público son demócratas o socialistas;
ellos están allí porque creen que las escuelas deben ser manejadas por el
estado, igual que los nazis y los stalinistas. Si fueran religiosos, o creyeran
en el mercado, enseñarían en colegios privados. Por el mismo motivo, ellos reclaman
más impuestos; para que les financiemos sus abultados sueldos”.
En otra de sus columnas, Tacala se pregunta por
qué hay asociaciones que cuestionan la tenencia de armas en manos civiles, y se
enorgullece de haber participado en un concurso de tiro en el cual también
compitieron niños de ¡8 años!
Young America’s Foundation es una asociación republicana que
tiene una importante inserción en universidades y colegios.
Entre
las actividades que realizan para inspirar a los simpatizantes, quizás la más
curiosa es el reciente concurso de ensayos, titulado “Intelectuales idiotas:
Cómo la ideología hace que gente inteligente se vuelva estúpida”. La consigna
fue que los jóvenes presentaran un ensayo exponiendo cuál es “el intelectual
que más daño nos causa”. El ganador, el joven Gregory
P. LaVoy se alzó con aplauso, medalla y 2.500 dólares, embistiendo contra Noam
Chomsky, a quien bautizó el “semi-dios de la izquierda”.
Así las cosas, suena de fondo el irónico tema de The Kinks, Young
Conservatives: It's time to come/and join the young conservatives/Revolution
used to be cool/But now it's out of fashion/…
Mientras tanto, los pichoncitos de halcón se preparan para tomar
el mando del nidito global, y jugar a los soldaditos con todos nosotros.
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